Llegando al término de un mes lleno de metal, y en especial estos últimos días que nos presenta un gran puñado de las mejores bandas suecas (Hammerfall, Avatar, Soen) es momento de una gran sorpresa para muchos, tener la posibilidad de ver una de las bandas mas frescas, rescatando lo mejor del AOR, mezclándolo con un espíritu bailable metalero, estoy hablando de The Night Flight Orchestra, banda formada en 2007, liderada por Björn Strid (Soilwork), quienes junto a sus compatriotas Eclipse nos brindaron una jornada de baile, maestría y metal AOR.
La jornada parte unos minutos antes de las 7 abriendo fuego los nacionales Queenmilk, liderada por Rodrigo Mora en la guitarra y la potente voz de Paulo Domic (Domic, ex-Inquisicion) brindando un sonido potente muy apegado al rock n’ roll de Deep Purple, Led Zeppelin y touch pesado. Con un sonido consolidado y grandes presentaciones (Masters of Rock y próximamente junto a Mr. Big) nos presenta al principio del show solo temas nuevos como The World is Yours, para luego ir deleitándonos con parte de su discografía pasada mientras poco a poco el público se hacía presente. Gran base sólida por Gonzalo Tejo (bajo) y Allan Awerkin (batería), y coros de Marcela Villaroel que logra cohesión perfecta junto a Paulo.
A las 20:00 se apagan las luces, se empiezan a prender los neones que simulan las alas de quienes vienes en camino, los suecos de Eclipse se acercan. Suena la batería de Philip Crusner con Apocalypse Blues y Got It de su último disco Megalomanium (2023). Los coros se empiezan a escuchar con el himno Run for Cover, un tema medio tiempo medio tiempo que recuerda clásicas bandas de rock europeas. Es momento que su voz principal, Erik Martensson agradecido de su primera visita a Santiago nos invite a seguir la fiesta con The Storm y Bleed a Scream de su disco bajo el mismo nombre del 2012, un tema que juega con el rock/pop, medio tiempo y perfecta para que Erik junto al bajista Victor Crusner hagan un juego en el escenario corriendo de lado a lado. Las guitarras de Magnus Henriksson suenan para bajar el pulso, entregar misterio con Black Rain del disco Momentum (2017) y volver a subir con la fiestera Saturday Night (Hallelujah). Luego de bajar del escenario suenan los violines en una intro recordando a paisajes vikingos para unirse Magnus con The Downfall of Eden y luego Runaways, otro de los temas oreja de los suecos. Llegando el final todos saltan y corean la intro de Twilight dejando al Cariola a tope para anunciar el último tema de la noche (después que pidieran Wake me up, y claro no el Wham! como bromeo Erik), Viva la Victoria un tema bien tabernero, vikingo, uno de los puntos altos del show, cantando todo el recinto en un gran coro ¡Viva la victoria! (la Santiago).
Después de un gran debut y tiempo para buscar algo que beber, a las 21:36 se apagan las luces para ver a los mas esperando y suena la intro oriental lo que nos indica que el momento ya llega para que Björn y compañía salgan para hacernos bailar. Suena Midnight Flyer (Amber Galactic, 2017) uno de esos temas que se transforma en el sonido esencial de la banda. Sin respito vamos con Sometimes the World Ain’t Enough con su onda disco y congas por Sebastian Forslund. Ya con algunos minutos recorridos suena la coreable Divinyls para seguir con la boxeadora The Sensation para seguir con uno de los puntos altos y hacer bailar al Cariola como nunca Burn for me y Gemini y ahí me quedo con las grandes y simpáticas coristas Åsa Lundman y Anna Brygård que, tomando Champaña como buenas azafatas del mejor vuelo, nos iban invitando a embriagarnos en este pedazo de show. Bajamos las revoluciones con Something Mysterious. Se notaba que la banda estaba muy cómodos en el escenario, Björn luego de agradecer el recibimiento nos invita a deleitar uno de los hits de la orquesta, Satellite, otro de los puntos altos. Y para seguir con temones, nos ponemos los jeans blancos con el hit White Jeans, un tema fundamental para
entender la onda de banda. Llegando al final de la primera parte Björn muy agradecido por la recepción, nos invita a un viaje épico, en el viaje escrito con su hermano caído David Andersson, The Last of the Independent Romantics. En el encore cierran la noche con Josephine, Stiletto y de su primer disco (Internal Affairs) West Ruth Ave, desatando el último baile disco (con trencito incluido).
Una joya de show, un sonido como perfecto, perfomance de aquellas, solo fiesta, diversión. Un agradecimiento a las productoras que logran traer a tales bandas que no siempre pueden con tanta facilidad por estos lados, por son del más alto nivel. Y simplemente ¡Muerte al falso AOR!
Por: Reiner Hemmelmann
Galería: Gonzalo Hidalgo