Timo Tolkki, el legendario guitarrista y ex-miembro de Stratovarius, llegó a Concepción el miércoles 3 de julio del 2024 para deleitar a sus fanáticos con un concierto memorable en la Bodeguita de Nicanor. La noche estuvo llena de clásicos, nostalgia y alguna que otra sorpresa, haciendo del evento una noche que recordarán los amantes de la banda finesa líder del power metal.
Desde temprano, las afueras de la Bodeguita de Nicanor se vieron abarrotadas de fanáticos por presenciar el show del ex-guitarrista de Stratovarius junto a la banda soporte Visions, recordando el paso de la banda finesa Sonata Arctica el año 2002 en Concepción. Son pocas las ocasiones que la capital del rock nacional tiene para ver a tales ídolos del género, y realmente la convocatoria no destiñó.
Antes del show, los fanáticos más acérrimos tuvieron un meet and greet con un agradable y agradecido Tolkki. Y es así como la espera terminó y se sube un sonriente Timo Tolkki que nos recordó que el tiempo no pasa en vano cerca de las 10:20 luego de que sonase una épica intro.
Con un evidente sobrepeso y poco movimiento en el escenario, pero muy sorprendido de la recepción no deleita con “Future Shock“, que luego de problemas técnicos tuvo que ser parada y arreglar el sonido. Sin retomar y haciendo un pequeño soundcheck a petición del mismo guitarrista junto a Vision repasaron un set list compuesto por una selección de las canciones más emblemáticas de la carrera de Tolkki, tanto de su etapa en Stratovarius como también un par de sorpresas. No faltaron clásicos como, “Kiss of Fire“, “Visions“, “Speed Of Light“, “Hunting High and Low” y “Father Time“, siendo obviamente los puntos altos del show.
Uno de los momentos más especiales (aunque extraño) de la noche fue cuando Tolkki invitó a dos parejas del público a subir al escenario para interpretar un cover romántico de “Can’t Help Falling in Love” de Elvis Presley. Un tema coreado por todo el público que saco un poco el esquema del clásico concierto de power metal.
Algo que llamo no gratamente la atención, fue la falta de training evidente en el escenario y la dificultad para tocar pasajes rápidos (característicos de su estilo), se pudo presenciar en “Stratosphere” donde se le vió evidente sobrepasado, siendo sustituido por el guitarrista de la banda soporte quien el propio Timo le dijo que le salía mejor.
El concierto finalizó con una explosión de energía con las canciones “4000 Rainy Nights“, “Forever“, “Eagleheart” y finalizan con la guinda de la torta, “Black Diamond“, para así hacer un cierre redondo de la celebración de los 40 años de Tolkki y Stratovarius.
Sin duda un concierto importante para la ciudad que a veces escasea de show de heavy metal y de tan renombrados músicos. Una noche mágica llena de nostalgia, grandes éxitos y momentos inolvidables (más de alguna piscola y cerveza al seco…). Evidentemente el punto negro fue el nivel, dado lo que uno espera de unos de los creadores de este sonido, pero teniendo la esperanza de que vuelva nuevamente a la senda ardua, constante peor extremadamente gratificante de los shows y así poder tenerlo nuevamente por nuestros lugares.