
En el panorama del rock internacional, pocos nombres resuenan con la misma fuerza y longevidad que HYDE. Con una carrera que abarca ya más de tres décadas, el músico, compositor, productor y actor se ha consolidado no solo como un ícono en Japón, sino como una fuerza creativa respetada y admirada en todo el mundo. Su trayectoria es un viaje de constante evolución, marcado por el éxito masivo, la exploración artística y una conexión única con su audiencia.
La historia de HYDE no puede contarse sin mencionar a L’Arc-en-Ciel, la banda que lo catapultó a la fama absoluta a mediados de los 90. Como vocalista, compositor principal y carismático frontman, HYDE fue fundamental para llevar el sonido visual kei y el rock japonés a nuevas cotas de popularidad.
Álbumes legendarios como True, Heart, y Ark y Ray (lanzados simultáneamente en 1999) rompieron todos los récords de ventas. Sencillos como “Blurry Eyes” (tema de opening de DNA²), “Driver’s High” (para Great Teacher Onizuka), y la inolvidable “Ready Steady Go” (banda sonora de Fullmetal Alchemist) se convirtieron en himnos generacionales. L’Arc-en-Ciel no solo dominó las listas japonesas, sino que fue una de las primeras bandas de rock japonesas en realizar giras masivas y exitosas por Asia, Europa y América, allanando el camino para artistas posteriores.
Si L’Arc-en-Ciel mostraba una faceta más pop y melódica, el proyecto solista de HYDE, simplemente titulado HYDE, y luego la banda VAMPS, le permitieron sumergirse en un rock más oscuro, gótico y visceral.
Su primer álbum en solitario, Roentgen (2002), sorprendió por su atmósfera acústica y melancólica, mostrando una profundidad vocal inesperada. Sin embargo, fue con trabajos posteriores como Faith (2006) y *666* (2022) donde abrazó por completo un sonido potente, con guitarras pesadas y una estética vampírica que se convirtió en su sello personal.
Con VAMPS, junto a K.A.Z (de OBLIVION DUST), HYDE refinó este concepto. Sus conciertos, conocidos por su energía eléctrica y producción teatral, se convirtieron en eventos nocturnos casi ritualistas, further solidifying his status as a rock star with a global appeal, tourando extensamente por los Estados Unidos y participando en grandes festivales.
La influencia de HYDE traspasa la música. Su distintivo sentido de la moda y su andrógina belleza lo convirtieron en un referente de la estética visual kei, siendo portavoz de marcas como Louis Vuitton. También incursionó en el cine, protagonizando filmes como Moon Child (junto a Gackt) y Kagen no Tsuki.
Pero es en el escenario donde su magia es más palpable. Su potente voz, que oscila entre susurros delicados y gritos desgarradores, junto con su carisma magnético, lo han mantenido en la cima durante años.
Recientemente, HYDE ha continuado activo tanto con L’Arc-en-Ciel —que celebró su 30 aniversario con un monumental concierto en el Nissan Stadium— como en su carrera solista, explorando nuevos sonidos y colaboraciones, demostrando que su fuego creativo está lejos de apagarse.
En resumen, la carrera de HYDE es un testimonio de versatilidad artística y éxito perdurable. De ídolo pop-rock a icono del rock gótico, ha navegado por diferentes géneros sin perder su esencia, inspirando a countless músicos y captivando a fans de todas las generaciones. Su nombre ya está escrito con letras de oro en la historia de la música moderna.
Este gran artista llegará a Chile el próximo 05 de Septiembre en el Teatro Caupolicán.