
El pasado 21 de junio, el escenario de MiBar tembló con una nueva edición de Hiperion’s Battle of the Gods.
🎸 PROJECTOR fue el encargado de dar inicio a la jornada, y lo hizo como una verdadera embestida sónica. Su death metal melódico, prendió la mecha de una noche demoledora.
En el público varios de los asistentes gritaban “¡Grande Projector!” entre tema y tema, y disfrutando intensamente de los adelantos de su próximo disco, con composiciones como “Living Resources” y “200 Eyes”, que marcaron la jornada.
Además, este show marcó el regreso de Projector a los escenarios tras un pequeño receso, ya que su última presentación había sido en marzo junto a A Canorous Quintet y Necrodemon. Volvieron con fuerza renovada y fue notable el progreso que Projector ha mostrado con el tiempo. Quienes los han visto en vivo en más de una ocasión, pueden dar fe de que en sus últimas presentaciones se refleja un crecimiento claro, resultado del duro trabajo y profesionalismo que han consolidado sobre el escenario.
🎸 Luego fue el turno de DIAMETRAL, y la sorpresa no tardó en llegar. El set comenzó con una intro inesperada: “Sweet Dreams” de La Bouche, que hizo bailar al público y desató una ovación instantánea. La gente se animó, se rió, y se preparó para lo que venía…
Y lo que vino fue “Artificial Euphoria”, una entrada que marcó un antes y un después en la noche.
Diametral es la típica banda buena onda, con un frontman que baila, canta y arrasa con sus guturales. Durante el show, se dio el tiempo de jugar con su “Jumbito”, provocando risas y gritos, mientras el público —lleno de seguidores fieles— le seguía el juego con entusiasmo. Esa complicidad y humor sobre el escenario solo elevó aún más la conexión.
Además, no es casualidad ver a Diametral en tan buena forma: han tenido varias presentaciones recientes, tanto antes como después de su participación en The MetalFest, lo que ha fortalecido aún más su propuesta y presencia escénica. La banda está activa, afilada, y con un nuevo disco conceptual bajo el brazo.
Uno de los momentos más intensos fue cuando sonó “Screams in the Silence (Lo Prado Murder)”, parte de ese nuevo trabajo titulado “The Roots of Modern Sins”. El público enloqueció, y se desató un mosh brutal en el centro del MiBar.
🔥 Entre pogos, headbangs la noche fue un ritual, un campo de batalla donde la música fue el arma y la hermandad, el escudo.
Fotografías: FotosMetal